Aprendizaje con Redes
Sociales
El uso de
las redes sociales en la formación del docente representa nuevos retos por ser
un mecanismo para que un conjunto de personas
puedan potenciar su comunicación, cooperar entre ellas en tareas comunes y sentirse parte de
una comunidad.
Estas características hacen pensar que su uso
es conveniente en entornos educativos
con el fin de potenciar diversos aspectos como: participación del estudiante en el proceso,
aprendizaje autónomo, interacción y
motivación de estudiantes y profesores, creatividad del estudiante y la creación de redes de
colaboración e intercambio con
continuidad espacio-temporal. Sin
embargo, el uso de redes sociales en la
docencia universitaria, plantea diversas
cuestiones, especialmente la relacionada con el análisis de la metodología educativa a aplicar, para poder
darle un uso adecuado.
Según Cobo y Romaní (2007) citado por Alemañy (2009), las
redes sociales describen “todas aquellas herramientas diseñadas para la
creación de espacios que promuevan o faciliten la conformación de comunidades e
instancias de intercambio social”. (p.13). En este sentido, éstas tienen la
posibilidad para comunicarse de manera sincrónica y asincrónica, especialmente
en el área formativa las cuales abren un espacio para el intercambio de
información en diversos formatos (archivos, fotos, link, enlaces, foros, entre
otros) que pueden resultar herramientas útiles en el proceso de formación del
docente, tanto en el contexto formal como el informal.
Comenta Cabero (2010) que existen diversas formas de
utilizar las redes sociales en la enseñanza, al contemplar no solamente a los
estudiantes, sino también a los docentes e investigadores y al incluir todos
los niveles educativos, por lo cual lo clasifica de la siguiente manera:
1)
aprender con redes sociales en contextos formales de formación, 2) aprender con
redes sociales en contextos no formales. 3) alfabetización digital respecto a
las redes sociales, 4) investigar sobre las posibilidades de redes sociales, 5)
creación de comunidades de profesores e investigadores a través de redes
sociales.(p.21)
Según comenta Ortiz (2012)
“las redes sociales pueden perfectamente utilizarse en los procesos de
formación para construir en ellas entornos donde los estudiantes pueden
compartir diferentes objetos de aprendizaje y puedan compartirlos en entornos
abiertos y flexibles”. Estos medios permiten a los docentes controlar las
actividades y acciones que realicen los estudiantes, sino que también qué tipo
de personas conformen el entorno de formación, y que tipo de actividades
realicen.
En el caso del aprendizaje ubicuo
como forma de promover una cultura científica en la formación de docentes lo
importante no es sólo que los sujetos puedan interaccionar y puedan hacerlo
respecto a algunos objetos de aprendizajes y acciones planificadas y diseñadas
por sus profesores, sino también que tal como comenta Cabero (2010) “los
estudiantes se convierten en actores de su proceso formativo incorporando
nuevos objetos para el análisis y la reflexión, aportando sus visiones sobre el
desarrollo del proceso formativo” (p.21)
El aprendizaje ubicuo en la
formación de la cultura científica supera los ambientes formales de educación,
ya que aprovecha la tecnología para promover el intercambio de saberes mediante
los diferentes aportes de las personas a través de redes sociales lo cual
genera una nueva forma de construcción del conocimiento, ya que como lo comenta
García (2010) “el aprendizaje se apoya en las interacciones y relaciones de los
participantes, es decir es un hecho social y esta interacción es una de sus
características más significativas”(p. 24)
Por otra parte, es oportuno indicar
que las redes sociales como uno de los recursos del aprendizaje ubicuo para
promover la cultura científica en la formación docente implicará
transformaciones en las concepciones de cómo debe llevarse a cabo el proceso de
aprendizaje, sino también los cambios de roles que desempeñan tanto profesores
y estudiantes.
En este último aspecto, según
comenta Ortiz (2012) “el docente ante el uso de las redes sociales, tiene
actividades específicas que se centran en la selección del entorno, establecer
los criterios de participación, dinamizar el espacio y socializarlo”. Pero el
proceso de enseñanza – aprendizaje no solamente exiges cambios en las
actividades del docente sino también en los estudiantes. En este orden, agrega Ramírez
(2012) que “los estudiantes deberán
desempeñar nuevos roles adquiriendo un compromiso activo en su proceso de
formación, participando y aportando elementos, materiales y reflexiones para la
construcción del conocimiento de forma colaborativa”. Estos cambios ameritan
que tanto docentes como estudiantes evalúen de forma crítica las distintas
informaciones y aportes que se generen a través de la red.